URUGUAY HACIA 1930:
Herencia batllista, realidad de la reforma constitucional, repercusiones de la crisis mundial
Además
del proteccionismo,
dos formas claras de intervencionismo
estatal
fueron la nacionalización
y
estatización
de
empresas y servicios. Si bien el primero es un concepto más amplio
que engloba al segundo ya que implica una fuerte apuesta por al
"capital nacional", ambos términos pueden desarrollarse
bajo dos perspectivas,
y
tienen como denominador común el
enfrentamiento con el capital extranjero.La
estatización
formó
parte de un proceso de Nacionalización
más
amplio. Implicaba la ampliación del capital
del Estado en el plano de las empresas que brindaban los servicios
esenciales. A la vez significaba el fortalecimiento
del Estado
mismo que iniciaba un proceso de modernización
política
y de consolidación de legitimidad y poder. En sí mismo significaba
la ampliación de roles secundarios del Estado, cuya base
ideológica correspondía al precepto de que tales servicios no
podían dejarse a la libre disposición del ámbito privado por
tratarse de servicios fundamentales para el desarrollo de la
sociedad. El Estado era el organismo representativo de toda la
sociedad y debía intervenir en dónde el capital privado fuera
indeciso o temiera perder dinero, ya que el Estado no tenía fines de
lucro, porque el “Estado no desea ganancias”, sino que su interés
es el servicio público, porque su papel es el de protección. El
Estado debía sustituir a las empresas extranjeras que se llevaban la
ganancia y debilitaban al país.La
política social del Batllismo debe entenderse en los marcos de
búsqueda de una base social de poder. Para el
historiador uruguayo
Carlos Zubillaga esta búsqueda se relaciona con el papel del Estado,
el Partido y el Líder en la conformación de un proceso de carácter
populista.
Más allá de esta postura, es claro sí el rol
amortiguador que el Estado quiere imponer en la resolución de las
contradicciones reales (lucha de clases) a través de la anticipación
("Estado Providente" -según Zubillaga) al conflicto
social. Esta
anticipación se manifiesta en la proyección y concresión de un
marco jurídico que otorga de hecho y de derecho beneficios a las
clases populares. Por otra parte, el Estado Batllista también busca
conformar a
una clase media en ascenso, también a través de una intensa obra
legislativa, y a su vez, de la creación de una burocracia
clientelística al servicio del Estado y del Partido. Puede que en
estos marcos, la política batllista se haya centrado más en el
medio urbano que el rural.
REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1917: La necesaria reforma de una constitución de 1830 ya “vetusta”...era UNÁNIME...
REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1917: La necesaria reforma de una constitución de 1830 ya “vetusta”...era UNÁNIME...
Al comienzo el proyecto de reforma de la constitución fue originado por el sector batllista, quien pretendía impulsar un poder ejecutivo colegiado integrado por 9 miembros. El motivo principal era evitar un ejecutivo unipersonal que recayera en una dictadura personalista y anulara todas las reformas económicas y sociales realizadas. El proyecto culminó siendo un pacto entre sectores políticos pues tuvo que contemplar intereses de “colegialistas” y “anticolegialistas”.El proyecto batllista no fue bien visto. Las innovaciones causaban rechazo, y no aparecían algunas ideas esperadas por los blancos como por ej. el voto secreto y la participación proporcional. Para ellos, el proyecto era un mecanismo para perpetuar al partido colorado en el poder. Para muchos colorados, en cambio, el proyecto dejaba la puerta abierta a los blancos para llegar al Poder Ejecutivo.
Batlle confiaba en que los blancos aceptarían lo que de positivo tenía su idea, en especial la eliminación del poder desmedido en una persona. También contaba con poder neutralizar la oposición colorada.
En el plebiscito de noviembre de 1917 se aprobó la reforma de la constitución, que establece un Poder Ejecutivo Colegiado, integrado por el presidente y un consejo de 9 miembros (consejo nacional de administración). Es un EJECUTIVO BICÉFALO, un régimen mixto; aquí estaba contemplada la idea batllista de evitar el ejecutivo unipersonal y la coparticipación en el poder mediante la integración del gobierno por el 2º partido más votado en elecciones nacionales. El nuevo Poder Ejecutivo era, en parte, unipersonal y, en parte colegiado. Era compartido por el presidente - encargado de las Fuerzas Armadas y la Policía- y el Consejo Nacional de Administración -encargado de los fines "secundarios" del Estado –economía, salud pública, educación. Éste consejo reflejaba una representación de los electores: 6 miembros de la mayoría y 3 de la minoría más votada. Aquellos que no estuvieron a favor de este nuevo poder ejecutivo lo llamaron "monstruo de dos cabezas".
Las fuerzas opositoras al reformismo batllista : La clase conservadora asustada (sobretodo el sector latifundista) manifestaba una dura crítica y fue oposición política al oficialismo, es decir, los blancos, los colorados antibatllistas y los católicos, elementos todos excluidos del poder político.Cuestionaban al reformismo batllista y a muchas de sus ideas de avanzada, DE “INQUIETISMO”, se oponían a la postura estatista del , batllismo progresista. Incluso consideraban a las ideas y acciones del batllismo como socialistas.Cuenta el colorado Amorín Batlle...“cuando Batlle y Ordóñez empieza a hacer un camino de transformaciones fenomenales hace 100 años, algunos sectores del mismo partido se enfrentan a esa casi que revolución democrática. Son grupos más conservadores a los que se les llama “riveristas”, y en el Partido Colorado siempre hubo un sector batllista que normalmente fue mayoritario, y un sector más conservador. “ Otros sectores antirreformistas que manifestaban su crítica al ”avancismo” social estaban nucleados en la Federación Rural( fundada en 1917), una gremial patronal conservadora y también la A.R.U (asociación rural creada en 1871), identificadas con el medio rural, hacendados-empresarios que pretendían frenar el proceso reformista.
Los
sectores reformistas: Batllismo colorado, nacionalistas
independientes.
Los
sectores conservadores tradicionales: colorados
antibatllistas, nacionalistas conservadores (blancos
tradicionales), grupos de presión económicos (Asociación Rural
del Uruguay, Federación Rural).
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EL IMPACTO DE LA CRISIS CAPITALISTA EN EL PAÍS:La crisis de la década del `30 motivó a hacer un balance de las últimas décadas, analizar los resultados del “modelo batllista” y, cuestionarlo o profundizarlo, según la visión y el sector al que se pertenecía.La visión conservadora- Los sectores conservadores se expresaban a través de los gremios de hacendados, la Asociación y la Federación Rural, los colorados riveristas (sector de Manini Ríos opuesto al batllismo) y el herrerismo. Si bien reconocían las causas externas de la crisis, hacían hincapié en los factores internos, responsabilizando a la política reformista del batllismo del deterioro económico. Como lo venían haciendo desde hacía varios años rechazaban la legislación laboral, el estatismo y el proteccionismo que el estado quería brindarle a las industrias. Reclamaban un “alto” en las reformas, menos gastos estatales, detener las obras públicas e incluso reducir los salarios.La Federación Rural lideró los reclamos del sector conservador. En mayo de 1931 emitió una extensa declaración pública dirigido a los “hombres del gobierno”, donde expresaba entre otras cosas: “... debe hacerse un alto en toda iniciativa que pueda contribuir a recargar el valor de la mano de obra y el standard de vida..., economizar, no realizar ningún gasto superfluo. Debe irse sincera y enérgicamente a la supresión de obras públicas y aún a un reajuste en los sueldos”. Y al final de la declaración amenazaba: “Los productores rurales tendrán en cuenta, sin duda, quienes son entre sus representantes en el gobierno y el Parlamento, los que han sabido inspirar su gestión en los sanos principios...”.En su visión de la crisis los estancieros no sólo arremetieron contra las reformas del batllismo, sino que también atacaron al “enemigo externo” que en ese momento identificaban con los frigoríficos norteamericanos. La Federación Rural se pronunció en contra de una nueva ley proteccionista aprobada en el Congreso de EEUU y solicitó al gobierno que se diera un tratamiento preferencial al comercio con Inglaterra, tradicional “amigo” del sector ganadero.La posición conservadora se mantuvo unida y eran conscientes que esa unidad les daba más fuerza a sus reclamos y a sus hechos. En un congreso regional reconocían que “la desunión en cambio llevará al comercio, a la industria y al país a una ruina inevitable, y posiblemente al caos soviético”.
La visión reformista.- Se expresaba fundamentalmente a través del batllismo que en ese momento tenía la mayoría del C.N.A por su alianza con los blancos independientes. Al comenzar la crisis intentó quitarle dramatismo a la situación y dar una visión optimista de la recuperación. Insistía en el origen puramente externo de la crisis y que para salir de ella no había que detener las reformas sino profundizarlas.En las filas del partido nacional hubo divisiones, surgieron sectores que se escinden del sector mayoritario conservador y tradicional liderado por Herrera (herrerismo).
En 1929 la muerte de Batlle termina por desarticularla ya difícil unión entre las fracciones...
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